La sombra del pasado: nota lingüística
Algunos de los lectores me han contactado (especialmente aquellos que no residen en España o no conocen la cultura y/o características lingüísticas de España) porque han visto ciertos «errores» en La sombra del pasado. Volumen 1: Luces de invierno. La mayor parte de esos «errores» que me han comentado forman parte, en realidad, de los hablantes de diferentes regiones dentro de España, es decir, son dialectos o regionalismos de la lengua castellana (además de otros idiomas).
Consejos de lectura:
- Esos «errores» aparecen sobre todo en los diálogos o pensamientos directos de un personaje en concreto. De esa manera, cada personaje se identifica con una manera concreta de hablar o expresarse. Es como los dejes que puede tener una persona a la hora de hablar o incluso los gestos a la hora de expresarse: aunque pueda resultar incluso pesado para alguien, ¿quién no se ha topado alguna vez con una persona que repite mil veces la misma frase o coletilla o hace el mismo gesto cada dos por tres?
- Una manera de identificar que se trata de un «error» hecho a propósito es porque se encuentra en cursiva («la dije que la quería» en vez de «le dije que la quería»).
- Al igual que sucede con errores léxicos o gramaticales, pueden aparecer palabras o construcciones que no están aceptadas en la RAE (Real Academia Española, institución cultural española que forma parte de una de las academias de la Lengua correspondientes a cada uno de los países donde se habla el español, que conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española) pero que son típicas en según qué zonas. Estas también se encuentran en cursiva («¿que estás enfadada?» en lugar de «¿estás enfadada?» o la terminación «-uco» para diminutivos, aunque esta última sí está aceptada por la RAE).
A continuación, los dejo con algunas explicaciones concretas de regionalismos o incluso idiomas que aparecen en la novela que pueden sonar muy raros si desconocemos la amplia faceta lingüística y cultural dentro del territorio español:
Laísmo
Cuando se emplea el pronombre «la» (función gramaticalmente correcta: complemento directo) en lugar de «le» (función gramaticalmente correcta: complemento indirecto). Por ejemplo: «la di una flor (a ella)» en vez de «le di una flor (a ella)».
Loísmo
Cuando se emplea el pr0nombre «lo» (función gramaticalmente correcta: complemento directo) en lugar de «le» (función gramaticalmente correcta: complemento indirecto). Por ejemplo: «lo di una flor (a él)» en vez de «le di una flor (a él)».
Leísmo
Cuando se emplea el pr0nombre «le» (función gramaticalmente correcta: complemento indirecto para referirse a personas) en lugar de «lo» (función gramaticalmente correcta: complemento directo). Por ejemplo: «dámele (el regalo)» en vez de «dámelo (el regalo)».
Preguntas que empiezan con un «que» sin acento y cuyo significado es totalmente nulo
Por ejemplo: «¿que sabes qué hora es?» en vez de «¿sabes qué hora es?».
Vocabulario típico de zonas concretas
«Acaratojado», «trisca», terminación en «-uco» para diminutivos, etc.. Algunas de estas palabras o construcciones están aceptadas por la RAE, mientras que otras no. La manera de diferenciar entre las aceptadas por la RAE y las que no es, otra vez, fijándose en aquellas palabras que aparecen en cursiva en la lectura.
Otros idiomas dentro del territorio español
En España se hablan otros idiomas además del español, como el catalán, el euskera o el gallego. En la novela pueden salir algunas palabras de estos idiomas o dejes de ellos a la hora de hablar español (terminación «-iño» para aquellos que tienen influencia del gallego, por ejemplo; o las preguntas que empiezan con el «que» que no tiene significado y se puede omitir, de la influencia del catalán).
Mi objetivo era intentar hacer la historia lo más real posible; además hay que tener cuenta que, para mí, como escritora, la forma de expresarse es muy importante para detectar el hablante o incluso características típicas de él o ella (véase biografía de la autora, jajaja).
La razón por la que no se hizo una nota lingüística en el libro fue el público objetivo que tenía en mente a la hora de publicar. Por ello, doy visibilidad a esta nota por estos medios y aprovecho para agradecer muchísimo a toda esa gente que no reside en España y que haya tenido la voluntad de ayudarme en este proyecto que conforma parte de uno de mis grandes sueños: ser escritora publicada.
¡Muchas gracias a todos!
¡Buena lectura!